Frases de sexo

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Frases de sexo
Dicen que el sexo sin amor es un acto reprochable. Me pregunto cómo iría el mundo si corriesen esa suerte todos los reproches.
Hacer el amor y practicar el sexo no son dos realidades antagónicas. Es perfectamente posible conjugar ambas a la vez, siempre y cuando no exista el vínculo del matrimonio.
Cuando nos referimos al sexo, estamos hablando de fantasías eróticas, de pasión, de fuego entre los cuerpos cuando se tocan y de puro instinto de placer.
El sexo no puede entenderse sin amor como no puede entenderse la vida sin binomios.
Es probable que hayas tenido sexo con muchas mujeres, pero hacer el amor es algo que realmente sólo puede hacerse con una.
Me tumbo sobre tu pecho y noto el fuego que emanan todos los poros de tu piel. Me deshago, ahora soy gota de sudor que recorre todo tu cuerpo.
Acariciar tu piel, con su tersura y su serenidad de mármol, me hace sentir inmensamente torpe, inseguro y feliz.
El placer es sentir que tus dedos se adormecen, que tus oídos son cerrados por una fuerte energía que proviene de ti mismo, que tus ojos ven otra imagen oscura y que tu bajo vientre estalla en una sensación intensa que no deseas que termine.
No debería entenderse el sexo más que como una expresión del amor y una forma no verbal de decir “te quiero”.
El deseo tener sexo por instinto, el que llaman animal, y saciar la sed de placer continuamente, deja de ser básico y primitivo cuando pensamos en él y lo usamos a nuestro gusto para obtener orgasmos más extremos e intensos.
Me he amarrado a ti, me he dejado llevar al espacio más íntimo de nuestros cuerpos, lo he tocado y lo he sentido...ya sé lo que es morir de placer.
El sexo de una noche es desorden, descuido, desenfreno. Nunca nadie se despertó en un lecho ajeno sin que pareciese la habitación un frente asediado.
Cuando te desnudo y mis manos se rinden ante tu cuerpo despojado, siento que puedo acariciar en ti toda la belleza de la tierra.
Entendemos lo que es realmente hacer el amor cuando somos capaces de transmitir con nuestro cuerpo todo lo que el alma quiere manifestar.
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.
La pasión, incluso en las cosas buenas, debe ser templada y reposada.
El sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre. Y solamente aquel que conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se estaba haciendo aquí.
Besé sus ojos, sus labios, mi boca bajó a lo largo de su pecho y rozó el ombligo infantil, el bello animal, el sexo, donde su corazón latía a golpecitos; su olor, su calor me emborrachaban y sentí que mi vida me abandonaba, mi vieja vida con sus preocupaciones, sus fatigas, sus recuerdos gastados.
La mujer no es nada más que lo que el hombre decide que sea; así, se le llama "el sexo" queriendo decir con ello que aparece esencialmente ante el hombre como un ser sexuado: para él, ella es sexo, y lo es de un modo absoluto. Se determina y se diferencia en relación al hombre y no en relación a lo que ella misma es; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el sujeto, el absoluto: ella es "lo otro".
El amor, por etéreas e ideales que sean sus apariencias, tiene su raíz en el instinto sexual.
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