Frases de infidelidad

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Frases de infidelidad
El prerrequisito de un buen matrimonio, me parece a mí, es la licencia para ser infiel.
Ni te imaginas cuanta gente te rodea cuando crees estar solo con la mujer a la que amas. Les acompañan muchos hombres de los que no sabes nada, sus amantes pasados, y muchos de los que ni siquiera ella sabe nada, sus amantes futuros.
No entregues todo, porque el todo al final es nada y la nada se transforma en tristeza….
El primero que tiene en poco a la mujer adúltera es el que con ella cometió adulterio.
Antiquísimo pecado es seducir a la mujer ajena y despreciar el vínculo sagrado.
Estamos convencidos de que un grado superior de inteligencia nos conduciría a aceptar la infidelidad. Sin duda, la propiedad es sólo una gerencia fastidiosa que sólo sirve a nuestra vanidad. Se ama más libremente lo que no es nuestro. Querer acaparar un ser, paralizar su fantasía, sujetar su voluntad, es una pretensión insensata. pero si tan sabios y complacientes fuéramos, sólo amaríamos con medida, es decir, no amaríamos.
Hay que creerse amado para creerse infiel.
Soy un admirador de la infidelidad, del cambio, de la fantasía. No veo ningún valor en fijar mi amor en cualquier rincón del mundo. Aquello que amamos lo considero siempre y únicamente como una metáfora. En cuanto el amor queda amarrado a algo y se torna fidelidad y virtud, se me hace sospechoso.
Para los hombres, la infidelidad no es inconstancia.
Las mujeres que aman perdonan más fácilmente las grandes indiscrecciones que las pequeñas infidelidades.
En el amor, la constancia es necesaria; la fidelidad es un lujo.
¿Adulterio? ¿Por qué hacer el burro por ahí con una hamburguesa cuando puedes comer bistec en casa?.
Hay una cosa por la que rompería y es que ella me encontrara con otra mujer. No lo soportaría.
Ella oyó una vez que un colega medio borracho decía por televisión que el matrimonio sin infidelidad era como una ensalada sin aderezar.
El divorcio es el sacramento del adulterio.
La infidelidad es como estar de socio con alguien y robar dinero de la caja.
La infidelidad mata el amor.
Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.
El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas.
Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor.
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