Frases de Anónimo

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Frases de Anónimo
En el amor, no se trata de contar los años que estamos juntos, sino de hacer que la felicidad que nos han dado, hable por si misma.
La mayor tristeza es amar a alguien y no recibir su amor a cambio, pero si tu amas a ese alguien, tu alegría más grande será verlo feliz, aunque su felicidad haga mayor tu tristeza.
El primer suspiro de amor, es el último de la razón.
Por fin comenzaba a superar nuestra separación y por fin comenzaba a comprender que nunca serias mío, pero hoy me sonreíste y echaste todo a perder.
El amor no se trata de encontrar a la persona perfecta, se trata de ver a una persona imperfecta, perfectamente.
El amor son dos almas que se ven a través de los cuerpos.
Nunca dejarás de querer a la persona de la que realmente has estado enamorada, solo podrás tratar de acostumbrarte a vivir sin él.
¿Debo sonreír porque somos amigos? ¿O llorar porque nunca seremos más que amigos?.
No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
Dijiste que fui fría, pero tu qué sabrás de calor, si sólo eres un niño que juega con el amor, yo habré jugado, pero nunca traicionado, cuando sepas de la vida y lo bonito que es querer, aprenderás que yo fui niña y te amé como mujer.
Hasta el más fuerte de nosotros necesita de la fuerza de otra persona con la que alimentar la esperanza y el amor.
Triste se encuentra el sol cuando el cielo está nublado y triste me encuentro yo cuando no estás a mi lado.
Amar sin esperanza debe ser muy triste; pero más triste debe ser vivir sin la esperanza de amar.
Nunca digas nunca, nunca digas siempre, nunca digas "te amo" si de verdad no lo sientes.
No hay sentimiento más desesperante que la decepción, ni más amargo que la soledad.
Las mujeres y los hombres no deberían casarse, porque el amor es como las estaciones: viene y va.
Aunque te vayas de aquí, siempre estarás en mi mente, nunca serás mi pasado, siempre seras mi presente.
Si tengo la letra borrosa no creas que no sé escribir, es que se me caen las lágrimas cada vez que pienso en ti.
Duele amarte, pero duele más no poder decírtelo por miedo a que me rechaces.
Dueles como piedra ardiente recién sacada del fuego; dueles mas no me quejo. Estoy pagando el precio de pensar con el corazón no con el cerebro.
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