Frases de Lía Orenes

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Frases de Lía Orenes
Cómo no voy a quererte si tú eres el que pone el puente que nos lleva al paraíso que construimos para escapar juntos cuando nadie nos ve.
El amor eterno es ciego, pero necesita tu mirada, es descarado aunque requiera de tu paz, es frágil y sin embargo vive para siempre con tus serenas palabras.
No hay preguntas para los enamorados, tampoco dudas o desconfianza, porque el amor es pureza, es la transparencia de dos almas que se sienten una sola.
Se me queda pequeña la tierra para contarlo inmenso que es el sentimiento que por ti me invade.
Tan solo por un beso tuyo, un sí de tus labios, rompería con el camino que he forjado para construir junto a ti el más bello de los puentes hacia el cielo.
Los senderos que abrimos a cada paso de nuestra relación han ido floreciendo y hoy quiero que te pares junto a mí y mires lo maravilloso que es continuar caminando a tu lado.
Tras el telón del miedo está la valentía de los que creen en el amor, aunque haya surgido en el instante de vida más inesperado.
Si no sacas todo el amor que llevas dentro de ti, el nunca sabrá que lo que sientes es verdadero.
A veces ocurre que en un instante dos almas se entienden y se unen para siempre. Así que ofrécela siempre, aunque creas que no ocurrirá... Porque un día lo hará.
Cuando naciste bajaron del cielo dos ángeles y posaron sobre tu rostro esos ojos que dejan ver tu alma, esa que me enamora con tan solo rozarte.
Tanto tiempo estuve pendiente de ti que perdí mi vida, que ya no tiene sentido sabiendo que no me seguirás.
En sus ojos podrás ver su corazón, pues si te ama, no podrá ocultar ese duende que brilla a través de ellos.
Donde estés te amaré, donde vayas te adoraré, donde como ahora me des la vida cada día al mirarte... te seguiré eternamente.
Soy sumiso de tus  palabras y de tus actos, porque aunque sé que no me querrás jamás, duele menos sentirte a mi lado, aunque solo sea por egoísmo.
Ofrece lo que sientes, compártelo y grítalo al cielo. El amor es libre y necesita de tu voz para contarlo.
La eternidad es ese estado de ánimo que tiene uno cuando el corazón detiene el tiempo para quedarse parado admirándote.
Me miraste y me robaste mi alma antes de que pudiese hacer nada, por lo que solo te queda darme un sorbo de tu ser y moriré a tu lado.
Cuando te veo no puedo evitar esa sensación incontrolable de atracción física que me hipnotiza hasta perder la razón.
Por ti que eres el ángel que ilumina mi vida podría sacrificar lo que me dijeses, pero miras a otro y no me queda más que morir cada noche.
¿Y si me besas y dejamos que pase el tiempo, a ver si vuelve la primavera?.
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