Me gusta la inocencia con la que te diriges a los demás y la sinceridad de tu mirada cuando me dices las cosas, pero lo que realmente amo de ti es la pasión que pones a la vida, incluso cuando me amas.
Pienso en ti cada vez que paso por ese banco en el que leíamos los domingos, cada vez que huelo las flores del jardín en casa, y cada vez que escucho que un corazón esta tan roto como el mío.
¿Por qué continuar amando a un imposible? ¿Qué tienen sus palabras que me atrapan? ¿Qué tienen sus ojos que no me dejan escapar? ¿Por qué no sé mirar hacia otro lado?.
Me gustaría ser el guionista de tu vida, para cambiar tus sentimientos y que deseases mi presencia a tu lado. Y así este dolor que siento se convirtiese amor infinito.