Frases para enamorar

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Frases para enamorar
El enamoramiento no conoce de barreras y aunque somos muy diferentes, un chispazo me ha hecho sentir que entre los dos hay algo profundo, sincero, intenso que merece la pena ser vivido.
Como una pelota movida por el viento siento que tu amor me eleva. Las risas a tu lado son algo inolvidable y cada beso algo memorable.
Me gusta rozar con mis dedos el borde de tus labios, porque haciéndolo, tengo la sensación de estar trazando el contorno del mundo.
Nunca vi unos ojos más hermosos que los tuyos. Tampoco un silencio me dijo tanto nunca antes. Solo necesito mirarte un instante para saber que eres tú esa persona capaz de cambiar mi mundo con tan sólo con dos palabras.
Desde que te conocí, mis días son un terremoto de felicidad, y tus labios el epicentro que hace temblar toda mi vida.
Gracias por enseñarme que el amor, además de ternura y pasión, puede ser amistad y diversión.
Te amo y el eco de tu voz reverbera en mi cabeza con cualquiera de tus palabras, y solo pienso en el momento en que éstas se dirijan solo a mí.
Te amo mujer divina capaz de mover el engranaje oxidado de mi deseo.
Me gusta mirar las comisuras de tus labios mientras hablamos. El día que te tenga por primera vez, sé que será allí donde reposaré mi boca.
Me gusta la inocencia con la que te diriges a los demás y la sinceridad de tu mirada cuando me dices las cosas, pero lo que realmente amo de ti es la pasión que pones a la vida, incluso cuando me amas.
Contemplo tu amor con la inocencia de un niño porque cada segundo que paso a tu lado me parece algo nuevo y maravilloso.
Mis ojos solo ven tu belleza y por eso no dejan de pedirme que no deje de mirarte. Si vinieras conmigo los tendría contentos constantemente, a ellos y a mi corazón.
Mi sonrisa se ha quedado como una mueca permanente porque tus ojos han arrasado con la tristeza circundante.
Tu belleza parece esculpida por un ángel que pasó por tu lado y te tocó, dejando ver lo que tenías escondido dentro de tu alma.
Tu boca ilumina mi vida y con cada palabra que dices construyes mi camino. No me lo pongas más difícil y dame una respuesta, que quiero vivir contigo el resto de mis días.
Cuando tu sonríes, un halo de luz inunda la estancia tenue de mi corazón guerrero.
Hay lugares dispuestos en el mundo para el amor: los bancos de los parques, los portales vacíos, la frialdad de las escaleras… A veces, sonriendo, me pregunto en qué lugar, en qué banco, portal o escalera me estarás esperando.
Sube a mi barquito de papel, a navegar olas de sueños.
Esperaría paciente toda una vida, para tan sólo para verte pasar un instante y que me rozases con tu mano.
El mundo gira con más alegría cuando de tus labios sale un te quiero.
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