Nuestro amor es sin duda verdadero porque es joven, sincero, libre, claro y genuino como el amanecer del sol de las mañanas en las que nos hemos despertado juntos.
Nuestra capacidad de amar también conlleva un aprendizaje. Con el tiempo, si has aprendido bien, vas notando como poco a poco los sentimientos se purifican y se vuelven más ligeros pero también más resistentes.
El amor no puede comprarse. No se pueden pagar sentimientos con dinero como si se tratase de diamantes. A la larga la pureza le gana la batalla a la belleza.
Te regalo palabras dulces que te hagan sentir especial, que te hagan olvidar todo lo malo del día y que te hagan saber que no hay mujer que te hará ser más feliz que yo ni amor más verdadero que el mío.